miércoles, 13 de noviembre de 2013

Origen del perro

El perro es una subespecie doméstica del lobo, según la comparación de los mapas genéticos de ambas especies. La evidencia fósil más antigua de un perro domesticado fue encontrada en 2008 en la cueva Goyet de Bélgica, correspondiente a unos 31.700 años y al parecer asociado a la cultura auriñacienseHasta entonces las pruebas más antiguas se habían encontrado en Rusia, pertenecientes a hace 14.000 años (Eliseevich). El hombre consiguió domesticar a ejemplares de lobos, o, más probablemente, se demostró incapaz de impedir que los lobos se introdujeran en sus aldeas y tuvieran allí a sus cachorros. El perro era útil como ayuda en la caza y para defender al grupo y su morada. Poco a poco, el hombre los adaptó a sus necesidades, creando diferentes razas para las distintas labores y características ambientales y geográficas. 
Algunas especies de perros apenas se distinguen del lobo a simple vista, y en cuanto a carácter y comportamiento social, no hay prácticamente diferencias. De hecho, se pueden entender muchos comportamientos perrunos simplemente pensando cómo interactúan los lobos en la manada. De ésto se habla más detenidamente en la página dedicada a las relaciones entre el perro y la gente con la que vive. La gran variedad de razas de perros existente, se considera debida a que en distintos lugares y épocas, la base de la que se partía era la especie de lobo local; la selección por el hombre de las características deseables, conservando unas y descartando otras, ha ido aumentando estas diferencias.
El cráneo y los dientes del perro doméstico han disminuido de tamaño con relación al lobo al no necesitar matar presas grandes. Así mismo, al pasar de una dieta de carne a una constituida por los desechos provenientes de la alimentación de los humanos, desarrollaron cerebros más pequeños que requieren menos calorías y menos proteínas para su crecimiento y sustento. 




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